Una forma eficiente y no muy conocida de ahorrar energía en casa es la instalación de aerogeneradores domésticos. Los aerogeneradores producen energía eólica, que es no contaminante, renovable, y capaz de reducir entre un 50% y un 90% el consumo de energía tradicional.
Últimamente, se ha dado en llamar energía mini-eólica a la producida por mini-aerogeneradores, para uso doméstico. También hay una variante de mini-molinos. Estos aerogeneradores domésticos deben estar ubicados, bien en el techo de la vivienda, o en un espacio abierto dentro del terreno.
Los aerogeneradores domésticos no necesitan de grandes vientos para funcionar, ya que son de baja potencia y sólo se los usa para generar electricidad de bajo consumo. Dado que el viento nunca es constante en ningún sitio, se suele combinar la energía eólica con la solar, para que el sistema resulte eficiente.
Hay dos tipos básicos de aerogeneradores: de eje vertical y eje horizontal, siendo estos últimos los más eficientes por su aprovechamiento de las corrientes de aire. El diseño más novedoso y eficiente para uso hogareño parece ser el ideado por una empresa sueca, Home Energy, que ha bautizado a su invento Energy Ball, por tener diseño esférico. El modelo viene en dos tamaños, de los cuales el más grande puede proveer el 50% de la energía que se consume en un hogar tipo.
También para el hogar se puede instalar micro turbina de viento Simpleenergy, de eje vertical, ideada por el diseñador escocés Paul McLuckie. Esta tiene la ventaja de poder ubicarse en el jardín, por ejemplo, ya que no necesita estar elevada, mientras que todos los modelos existentes necesitan un mínimo de 9 metros de elevación. La contra de esta mini-turbina es que provee energía suficiente para hacer funcionar sólo un electrodoméstico.
En general, los mini-molinos no producen vibraciones ni ruidos molestos, y sólo necesitan de un buen anclaje, siendo la instalación sencilla y bastante rápida. Lo más desventajoso sigue siendo, por ahora, el precio: cualquiera de los sistemas mencionados no cuesta menos de 4.000 dólares por turbina, y pueden trepar hasta los 8.000.
De todas formas, es un mercado en pleno crecimiento, en el que cada día aparecen nuevos modelos y sistemas, por lo que se espera que en poco tiempo resultarán más accesibles.