Los materiales de construcción son, de alguna manera, similares a los ingredientes que utilizas en tus comidas. Cada elemento ha de contar con sus características generales y también particulares, que permitirán elaborar las “recetas” que den como resultado estructuras y construcciones más adecuadas para cada zona, en consideración del clima, de los movimientos telúricos y sísmicos, de las características del terreno y de otras tantas consideraciones.
Pero no hay tan sólo una o dos características para los materiales de construcción. Hay muchos factores a considerar, que harán al éxito o al fracaso en la elección de un material en particular.
Cuando hables con el ingeniero, el arquitecto o el constructor, puede que mencione palabras y términos sobre ellos, y como no todos conocemos estos términos, a qué se refieren o qué designan, veremos a continuación algunas definiciones para estar siempre al tanto de un proyecto.
Hay muchos factores y propiedades a considerar, para todos o para ciertos materiales de construcción. No debes dejarte engañar con las terminologías: aunque hablar de flexibilidad pueda parecer adecuado para elementos blandos y fibras naturales, por ejemplo, lo cierto es que hasta el concreto y el hormigón armado poseen un cierto índice de flexibilidad.
A continuación, algunos de los términos más comunes utilizados en la descripción de los materiales de construcción:
Densidad: Se refiere a la relación entre masa y volumen. La densidad, en conjunto con la consistencia, permiten la adecuación de las preparaciones en función el elemento a crear.