Entre los componentes de la cimentación de obras y estructuras, el encepado es de gran importancia. Se trata de un elemento que toma los esfuerzos de los pilares y los transmite a los pilotes, para que las cargas soportadas sean derivadas al terreno de manera segura.
El encepado es una estructura de cimentación que puede tomar diversas formas, aunque la más utilizada es la prismática. Compuesto de hormigón armado, se ocupa de unir las cabezas de los pilotes que trabajen en conjunto, aunque según el tipo de obra también puede haber encepados de un solo pilote que funciona de modo similar al de una zapata aislada.
Los encepados se colocan dentro de cepas, también conocidas como zanjas, que son una especie de excavaciones dentro de las que se construye la cimentación. Sus dimensiones dependerán de las exigencias de la obra a construir, pero también a partir de los detalles y formación del terreno.
De este modo, para realizar el encepado de la cimentación de la obra es indispensable reconocer el suelo. Se debe, primero, retirar la capa de tierra vegetal, más superficial y menos resistente, y luego realizar una excavación poco profunda (entre 50 y 100 centímetros) para reconocer qué tan duro, resistente o coherente es el terreno donde se construirá.
El terreno se distingue o categoriza a partir de su dureza y resistencia, pudiendo denominarse como:
El conocimiento del tipo de terreno definirá la cimentación necesaria para la obra, incluyendo el encepado, elemento fundamental para asegurar que la construcción reciba y soporte las cargas, y para que el terreno no ceda, provocando el hundimiento o su desplome.
En consideración a los análisis anteriormente explicados y a los requisitos de la obra, se define el encepado según dos tipos: